El esquí es el deporte de invierno por excelencia. En los últimos años, el snowboard ha tomado mucha fuerza, pero aun así, su hermano mayor sigue siendo el más popular en muchas estaciones. Hoy nos interesamos por las distintas modalidades de esquí, o lo que es lo mismo, cómo practicar este deporte.
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Modalidades de esquí y sus diferencias
Los estilos de esquí son muy variados, pero lo habitual es diferenciar entre cuatro grandes variedades: alpino, de fondo, de travesía, freesyle y freeride. Todas ellas se pueden practicar en Boina Baqueira, pues es una de las estaciones con mejores servicios en toda España para iniciarse en el deporte del esquí.
Esquí alpino
Esta es la modalidad más conocida. Recibe ese nombre porque su origen está en Los Alpes. La dinámica de este estilo consiste en descender por las pistas con balizas que sirven de apoyo, en el menor tiempo posible.
En el esquí alpino, y en competición, podemos distinguir entre descenso y eslalon, o bien las pruebas Super G, que son una combinación de ambas. Las pruebas de descenso son las que se basan más en la velocidad, mientras que en las de eslalon lo que realmente importa es la destreza en los giros para ir superando puertas.
Esquí de fondo
El esquí de fondo también se denomina esquí nórdico. A diferencia del alpino, aquí no se trata de descender por pistas, sino de atravesar distancias largas en el menor tiempo posible. Esta modalidad obliga a desarrollar más resistencia, pues es el propio esquiador el que debe avanzar por la nieve en terrenos llanos.
Una variante del esquí alpino, y que muchos no consideran entre las modalidades de esquí, es la travesía, que se conoce en inglés como ski touring. En realidad se trata de hacer alpinismo sobre esquís, lo que implica ascender y descender un pico o hacer una larga travesía. Esta práctica está solo recomendada para personas con mucha experiencia en la montaña y sobre los esquís.
Freestyle, esquí artístico
Si el esquí de fondo es la modalidad que implica más resistencia, el alpino es con la que se consiguen más velocidades, el freestyle destaca por ser la más espectacular. En los deportes de esquí, el freestyle o estilo libre funciona igual que en patinaje o mountain bike.
Consiste en hacer saltos, piruetas y acrobacias en la pista. Existen dos estilos de esquí artístico o freestyle: el esquí aerial y el mogul. El aerial se basa en saltar desde plataformas de madera que terminan en una rampa empinada. En el mogul los esquiadores se desplazan por un recorrido con pendiente que está inundado de obstáculos y montículos para realizar acrobacias.
Esquí freeride
Una última posibilidad es el esquí libre, pero alpino. Es decir, es la opción de practicar esquí alpino fuera de pista, sin seguir los recorridos marcados por las estaciones de esquí. Se practica en montañas vírgenes en las que abunda la nieve polvo, que es la mejor para esta modalidad.
Normalmente el esquiador sube por la montaña con los esquís al hombro para posteriormente descender por esos terrenos vírgenes. Como la modalidad de fondo, esta solo es aconsejable para deportistas experimentados, pues se asumen muchos riesgos al salirse de pistas y esquiar fuera de las estaciones.
Las modalidades de esquí más populares son todas estas. Es cierto que es posible distinguir alguna más, pero sería una combinación de alpino con fondo, freeride con estilo libre o el esquí de travesía.
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